Según la última Encuesta Mundial de la Empresa Familiar elaborada por PwC, el 92% de las empresas familiares españolas espera crecer de forma sostenida durante los próximos cinco años.

La internacionalización, la capacidad para transformase a la misma velocidad que lo hace el mercado, saber adaptarse al nuevo entorno digital y sacar el mayor partido posible de las nuevas tendencias globales son algunos de los retos a los que tienen que enfrentarse estas empresas. Gracias a las muestras de optimismo ante dichos retos se espera que el 14% de las empresas familiares crezca de forma agresiva en los próximos años.

La Encuesta Mundial de la Empresa Familiar 2014, elaborada por PwC, recoge la visión de 2.378 empresarios de compañías familiares de todo el mundo, 37 de España, sobre las inquietudes y los desafíos del presente y del futuro. Esperan situar sus ingresos por exportaciones hasta un 32% en cinco años, situándose en la actualidad en un 25%. En España la internacionalización es aún mayor, un 38% actualmente y pretende alcanzar un 50% en los próximos cinco años. A pesar de la apuesta por otros mercados pocos son los empresarios familiares, incluidos los españoles, que esperan ampliar su mercado hasta otros en los que actualmente no se encuentran. Optan por no arriesgar y seguir creciendo en países vecinos, con afinidades culturales y de idioma.

Los principales desafíos internos a los que se enfrentan las empresas familiares españolas son la reorganización de sus compañías, en un 59% de los casos, y el desarrollo de nuevos productos y negocios, en un 43%, así como la dificultad para financiarse. El 62% de los encuestados piensa que las condiciones del mercado y la inestabilidad del euro son factores externos clave para la mejora de su actividad.

El 73% de los empresarios españoles asegura q la transición a lo digital aumentará el nivel de conocimiento de sus compañías y el 59% es consciente del impacto tangible que puede tener en sus negocios.