Hace 10 años era posible conocer una marca mediante el marketing boca a boca, las páginas amarillas o a través de la publicidad emanada por los grandes medios de comunicación como la prensa, la radio o la televisión. Con la aparición de las redes sociales – tales como Facebook, Twitter, LinkedIn, blogs… – cambiaron las estrategias de la comunicación, siendo Internet imprescindible a la hora de posicionar una marca.

Y es que hoy en España, solo 10 años después: 2 de cada 3 personas usa Internet a diario. El 87% de los móviles que existen son smartphones. Más del 70% de usuarios se conecta a Internet por medio del móvil. El 67% de los usuarios de Internet usan las redes sociales, y de ellos, 7 de cada 10 usuarios sigue marcas en Facebook, de los que 4 de cada 10 interactúa activamente: consulta el perfil de la marca, comenta, comparte actividad o escribe a la marca.

Como empresas, está claro, que si no estamos, o no aparecemos en estos medios, directamente es que no existimos para gran parte de nuestro público objetivo. Y además este público nos evaluará previamente por la calidad de nuestra presencia online antes siquiera de decidir si contactar con nosotros o acercarse a visitarnos. Es evidente que todo ha cambiado en el marketing para empresas y nada es lo que era. El uso generalizado de móviles con Internet, combinado con la evolución de las webs, redes sociales, apps y demás herramientas de comunicación han llegado para quedarse. Lo  único que podemos hacer por tanto es tomar cartas en el asunto o dejar morir poco a poco nuestra marca.

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