El Banco de España estima que el PIB disminuyó un 0,1% en el segundo trimestre respecto al trimestre anterior, lo que sitúa la tasa interanual en el -1,8%. Este pronóstico certifica una mejoría de cuatro décimas respecto al primer trimestre, cuando la economía española cayó un 0,5%. Si el INE confirma esta leve contracción del 0,1% el próximo 30 de julio, será el mejor registro de la economía española desde el tercer trimestre de 2011 cuando se situó en el 0%.

Por otro lado, el informe explica que la demanda interna «suavizó muy ligeramente su pauta de disminución (-0,6%, frente a un -0,7% tres meses antes), en un contexto en el que el gasto de los hogares y de las empresas siguió estando influido por unas condiciones financieras adversas, la necesidad de continuar avanzando en el desendeudamiento y los efectos directos e indirectos del proceso de consolidación fiscal». El consumo de las familias mantuvo un tono contractivo, con una tasa de variación intertrimestral del -0,4%, en línea con la del trimestre anterior.